El concepto de imagen corporativa, se refiere a la significación o las ideas que con una compañía, empresa o persona se relacionan al pensar en ella. Estas dependen en gran parte de factores tales como el servicio al cliente, el portafolio de servicios y productos ofrecidos por la empresa, la solidez, etc. La imagen empresarial se forja por medio de elementos concretos que reflejan valores abstractos como la seriedad, experiencia, llevando al imaginario de los usuarios o clientes, una determinada idea de la misma. Se puede decir que la imagen corporativa es una impronta que proyecta en el imaginario del observador.
Para que exista una comunicación satisfactoria entre el observador y el objeto coordinadamente, resultando en una correspondencia positiva al reconocer la imagen corporativa de la campaña de una determinada compañía. Hay que tener en cuenta un aspecto importante antes de diseñar una estrategia positiva, en la que es preciso diferenciar dos aspectos fundamentales: la idea que se tiene de la empresa, es decir el primer concepto que viene a la cabeza de quien escucha la referencia a la compañía, que puede definirse como “imagen”, y los elementos conceptuales abstractos o símbolos que la representan, lo que podría denominarse “identidad positiva”.